O

Es un hecho. Acabo de comprobarlo, aunque siga sin entenderlo, aunque le dé vueltas al asunto para encontrar el mejor modo de ocuparme de otra cosa.
Para escribir necesito el exilio.
No digo bien, dije sólo escribir, digo sólo poner una palabra detrás de la otra, una letra y una más.
Necesito eso que hay en los hoteles, eso que mete tanto miedo. Eso que quizá se llame silencio. Necesito que me pida a mí mismo tocar la puerta antes de entrar, que alguien cambie a diario toallas, sabanas y verifique que todo fue dejado en su correspondiente lugar.
Orden.
Ajeno, prestado, impostado.
Necesito que no haya en el lugar ningún rastro de mí, ningún aroma cómplice. Necesito estar tan solo como para cometer una locura.
Necesito pedir una piel prestada, otro cuerpo.

4 opiniones en “O”

Deja un comentario